La Agencia de Inteligencia Exterior de Uganda, la Organización de Seguridad Exterior (ESO), investiga un escándalo en el que están implicados diplomáticos ugandeses en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Los diplomáticos están acusados de montar un casino ilegal dentro de los límites del consulado ugandés en Dubái.
¿Diplomáticos u operadores de casino?
El escándalo salió a la luz cuando, al parecer, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni (arriba), descubrió la operación ilícita y ordenó su cese inmediato. La ESO tiene la misión de descubrir cómo se introdujeron en el edificio del consulado las máquinas de juego adquiridas por particulares y enviadas desde Rusia con cobertura diplomática.
El vicepresidente del parlamento ugandés, Thomas Tayebwa, ha condenado públicamente la situación. Además, la ha declarado una violación del derecho nacional, de los EAU e internacional. Tayebwa ha exigido respuestas al gobierno y expresado su preocupación por qué la mala conducta de los diplomáticos pueda tensar las relaciones bilaterales entre Uganda y EAU. Esto afecta potencialmente a los 70.000 ugandeses que residen y trabajan en EAU.
En un principio, el Parlamento ugandés había abogado porque el consulado prestara apoyo y servicios a la numerosa comunidad ugandesa de Dubái. Sin embargo, la transformación del consulado en una casa de juego contraviene las leyes de los EAU, las leyes ugandesas y las leyes internacionales que rigen los locales diplomáticos.
El cargamento de máquinas de juego, interceptado por los funcionarios de aduanas de Moscú antes de salir de Rusia, fue señalado inicialmente debido a un error de etiquetado. En el inventario figuraban artículos como una mesa de comedor grande, una mesa de comedor pequeña, patas para mesas, sillas de bar, souvenirs y ruedas decorativas. Solo se permitió que el envío siguiera su curso tras la intervención del embajador de Uganda en Rusia, Mozes Kizige. Aseguró a los funcionarios de aduanas que los artículos eran para uso oficial de la embajada y no para fines industriales o comerciales, de acuerdo con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El envío llegó a los EAU el 20 de octubre de 2023 a bordo de un vuelo de Ethiopian Airlines procedente de Moscú. Estaba previsto que se almacenara en el consulado de Dubái durante tres meses antes de ser trasladado a Uganda, donde estaba destinado a un hotel propiedad de un funcionario del gobierno no identificado. Sin embargo, las máquinas permanecieron en el consulado al menos seis meses. Aquí, fueron manejadas por dos ciudadanos ugandeses asignados como enviados especiales con credenciales diplomáticas.
La operación se interrumpió cuando el presidente Museveni lo supo y ordenó que se retiraran las máquinas. Este incidente ha desatado especulaciones sobre el futuro del juego en EAU, que siempre ha sido ilegal. Sin embargo, la reciente aprobación de la primera licencia de lotería del país por el recién creado organismo regulador del juego sugiere que Emiratos podría estar en vías de legalizar los casinos. Este escándalo nos recuerda la importancia de mantener la integridad diplomática y las posibles consecuencias de incumplirla.